A don Guido (1929-2016)
Don Guido:
Con sus 87 años el fin seguramente ya se avizoraba, qué duda cabe, pero quiero pensar en su pasado, aquel que probablemente el Alzheimer hizo trizas en su cerebro. Cuántos fragmentos de una vida pueden perderse por culpa de una enfermedad imparable, es terrible pensar en qué pudo olvidar.
Por eso quiero recordarle ese maravilloso equipo que creó, Barrabases, y que incluso ahora, en una época de tecnología hiperacelerada y de gustos que redefinen día a día los conceptos de pasajero y obsoleto, sigue teniendo miles de hinchas que lo atesoran como parte de su infancia. Por favor no olvide a ese presidente de nuestro fútbol que le escribió cuando niño, a los cincuentones como mi hermano que empastaron sus colecciones, o a mi generación ya sobre la treintena que ahora pasa sus historias a sus hijos.
Antes que los olvide, recuerde a Mr. Pipa, el maestro que todos quisimos tener, y a sus jugadores, al noble Sam, a Mono siempre tan piola, a Bototo pateando penales, a Pelusa marcando con pierna fuerte, a Ciruela despejando de cabeza, al negro Palmatoria que aguantaba tanto y después regalaba goles y prodigios que solo podían nacer del amor al fútbol, a Pelao comiéndose la banda, a la potencia de Roque, a Chico que siempre demostraba que era más que cualquier grandote, a Guatón y sus tallas, Torito y sus combos, y, claro, a Pirulete y sus goles.
Nos dio copas y trofeos imaginarios que alimentaron sueños que la realidad se demoró décadas en cumplir. Nos dio una Villa Feliz que nos habla de barrio y vecindad, de pueblo chico donde todos se conocen. ¡Y las historias! El proceso, los estadios destruidos a pelotazos, el diluvio, un jugador solo contra el mundo, argentinos gritones, transferencias millonarias y transferencias truchas, África rugiendo y un huasito que chuteaba a pie pelado.
Eso es todo lo que hoy vale la pena recordar. Lo otro, sus sombras, ya fueron castigadas. Queda el legado, y desde este blog y desde cientos de libreros y estanterías a lo largo del país, nos encargaremos de mantenerlo vivo.
>>Descanse en paz don Guido.